lunes, 7 de mayo de 2012

Toda clase de pieles borrador actividad bloque 2


Buenass a todo el mundoo!! J
Hoy esta entrada se que os va a gustar mucho más que las anteriores…Tachan Tachan….¡Hoy voy a escribir un cuento adaptado!

Este cuento nos lo contó nuestra profesora Irune adaptado a un cuento de los Hermanos Grimm y nuestro objetivo era volver a adaptarlo así que nos os hago esperar mas:


TODA CLASE DE PIELES
Había una vez, en un lejano país, un rey y una reina que se habían casado y se querían muchísimo… La mujer era la más guapa del mundo, era rubia, con unos ojos verdes enormes, guapísima… El rey estaba muy enamorado de ella. Además era una mujer muy buena y muy cariñosa.

El rey y la reina eran muy felices pero les faltaba algo… un bebe. Por aquella época era preferible un varón pero como los reyes estaban tan enamorados les daba igual niño o niña. Finalmente la reina se queda embarazada. Llega el momento del parto y nace el bebe. Os preguntaréis si fue un niño o una niña… El bebe era una niña. Isabel que es así como la nombraron fue una niña muy bonita y muy guapa.

La princesa iba creciendo y cada vez se iba pareciendo más a la madre, muy bella, rubia y con unos ojos preciosos. Isabel se hizo mayor y ya no era una niña, era toda una mujer por lo que el rey y la reina decidieron que su pequeña tenía que casarse y formar una familia, una familia tan feliz como la que ellos habían conseguido. La niña desde un principio se negó puesto que ella consideraba que todavía era una niña y que no estaba preparada, pero tras hablar con la madre medio aceptó la boda.

El rey y la reina se pusieron a buscar por todo el reino un hombre que fuese lo bastante bueno para su hija, pero al fin y al cabo los reyes solo buscaban a un hombre que un futuro fuese un buen rey para su pueblo y que dispusiese de mucha riqueza para mantener todo lo que Isabel quisiese durante el resto de su vida.

Tras muchos meses buscando el rey y la reina se inclinaron por dos pretendientes. Además decidieron que la princesa no debía ser vista hasta que eligiesen al pretendiente ya que todos los demás se quedarían maravillados de su hermosura y no la dejarían tranquila el resto de su vida.

 El primer pretendiente se llamaba Rafael un hombre muy atractivo, príncipe de un lejano país y que disponía de riquezas. Además tenía casi la misma edad que la princesa Isabel. El segundo pretendiente se llamaba Isidoro y era un hombre más mayor que la princesa, muy feo pero disponía de muchas más riquezas que el príncipe Rafael por lo que los padres decidieron que Isidoro iba a ser el futuro marido de la princesa Isabel. La princesa que todo lo estaba viendo desde un escondite no daba crédito. ¡Cómo iba a casarse con un hombre tan mayor y tan feo!. En cambio el otro príncipe le parecía perfecto para ella…. Se había enamorado del príncipe Rafael.


Cuando le dieron la noticia a Isabel esta se negó rotundamente pero los reyes no iban a cambiar de idea. La princesa pensó un plan: “Aceptaré mi compromiso de boda pero mientras idearé una fuga para ir en busca de mi amado Rafael” Pero había un problema… La boda era dentro de una semana por lo que necesitaría mucho más tiempo para poder escapar del castillo. 

La princesa Isabel le comentó a su “futuro” marido que aceptaría a casarse con él pero primero tenía que hacer una cosa por ella. Isidoro aceptó con tal de casarse con la mujer más bella del mundo.

La princesa le pidió que para su boda quería:
  • Un vestido tan dorado como el sol.
  • Un vestido tan plateado como la luna.
  • Un vestido tan brillante como las estrellas.

Isidoro aceptó pero sabía que en una semana no lo podía conseguir por lo que tuvieron que aplazar la boda para más adelante. El objetivo de la princesa se estaba cumpliendo…

Isidoro llamó a varios de sus consejeros y les pidió que buscaran por todo el mundo:
  • El oro que sea más puro y hagáis un hilo con ese material para posteriormente realizar un vestido tan dorado como el sol.
  • El platino más puro y hagáis un hilo con ese material para posteriormente realizar un vestido tan plateado como la luna.
  • Los diamantes más puros y hagáis un hilo con ese material para posteriormente realizar un vestido tan brillante como las estrellas.

Los consejeros se pusieron manos a la obra y tardaron casi cuatro meses en encontrar todos los materiales que Isidoro les había pedido y dos meses para realizar los tres vestidos que la princesa Isabel había pedido.




Isidoro llamó a la princesa y le enseñó los vestidos. La princesa se quedó maravillada ante vestidos tan preciosos pero había un nuevo problema. Ella pensó que tardaría mucho más y todavía no había finalizado su plan de huida ya que el castillo estaba muy vigilado y controlado.

La princesa pensó otra excusa para que se volviese a atrasar la boda y así poder terminar su plan de huida. La princesa Isabel pidió a Isidoro un abrigo que tuviese toda clase de pieles de todos los animales que había en el mundo.

Isidoro como estaba muy feliz porque se iba a casar con la princesa más bella del mundo aceptó sin dudarlo y se puso manos a la obra porque quiera casarse cuanto antes con la princesa. Isidoro volvió a llamar a sus consejeros y les pidió este nuevo encargo. Los consejeros tardaron 2 meses para reunir todas las pieles y otro mes para confeccionar el abrigo que la princesa había pedido. Era un abrigo muy grande y largo. A la princesa le cubría todo el cuerpo y la cara.

Aunque tardaron muy poco tiempo en confeccionar el abrigo, la princesa ya había terminado su plan por lo que decidió que esa misma noche escaparía del castillo. Esa noche la princesa guardó en un saco:
  • El vestido tan dorado como el sol.
  • El vestido tan plateado como la luna.
  • El vestido tan brillante como las estrellas.

Y además también guardó: 
  • Una cadena que sus padres le habían regalado cuando nació. 
  • Un anillo de oro de su abuela materna.
  • Una figurita de plata que se encontró de pequeña y que hasta ahora le había traído suerte.

La princesa se puso el abrigo de toda clase de pieles, se pintó la cara y las manos y gracias a su plan había conseguido esquivar a los guardas que protegían el castillo, yéndose hacia el bosque. La princesa tenía que tener mucho cuidado ya que sabía que iba a ser buscada por todos los guardas del castillo así que decidió que por el día se escondería en cuevas o matorrales y por la noche iría avanzando hacia el destino de su amado el príncipe Rafael.

Así pasaron muchos días. Un día que se había escondido entre árboles, pasó por su lado unos hombres que estaban cazando. La princesa se puso muy nerviosa ya que la iban a descubrir y así fue. Unos hombres se quedaron mirando pensando qué tipo de animal era ese y decidieron dispararle. La princesa sabiendo lo que iba a ocurrir se levantó y pidió que no la dispararan. Los hombres al ver que era una muchacha decidieron llevarla al castillo del príncipe. Ella sabía que no estaba en el reino de sus padres, pero como no sabía si estaba cerca o lejos decidió no contarle nada a nadie de quién era y de donde venía. Decidió que su nombre a partir de ahora era Toda clase de pieles.

La princesa al llegar al castillo y ver al príncipe se quedó ¡¡alucinada!!. El príncipe era su amado Rafael. Ella no podía decirle nada porque no sabía si la iba a entregar a su reino y menos por cómo iba vestida. El príncipe fue muy amable con ella, la llevó hasta la cocina y la dio algo de comer. El príncipe al ver que la muchacha se encontraba cómoda allí le ofreció quedarse en la cocina junto con un hombre mayor. La princesa aceptó para estar cerca de su amado.

El cocinero muy amable le estuvo enseñando a cocinar ya que ella había sido una princesa y no sabía hacer nada pero nunca le contó nada a nadie. La princesa siempre llevaba puesto encima el abrigo de toda clase de pieles por lo que su rostro apenas se veía y su larga melena rubia.
Fueron pasando los meses y toda la gente que estaba en el castillo se fue acostumbrando a ella y ya todo el mundo la llamaba Toda clase de pieles.
Un día la princesa se entera de que va haber una fiesta, que va a durar tres días, en el palacio con motivo de que el príncipe Rafael va a elegir una esposa. Rafael invita a esta fiesta a las princesas más hermosas de todo el mundo. Cuando pasen esos tres días el príncipe elegirá la mujer con la que se va a casar.
La princesa Isabel piensa que tiene que estar en esa fiesta, por lo que el primer día se esfuerza durante toda la noche y le dice al cocinero que si puede asomarse al baile porque nunca había visto ninguno. El cocinero accede pero con la condición de que Toda clase de pieles tiene que estar cuando acabe el baile para recoger todo y prepararle algo de comer al príncipe antes de acostarse.

La princesa muy ilusionada subió corriendo a su habitación, se quito el abrigo, se peinó el pelo, se puso mucha colonia y por último se puso el vestido tan dorado como el sol. Se presentó en el baile y todo el mundo se quedó mirando sin saber quién era aquella hermosa mujer. La princesa solo estaba pendiente del príncipe sin darse cuenta de que todo el mundo hablaba de ella. El príncipe se fija en ella y la saca a bailar un par de veces. La princesa se da cuenta de que se está acabando el baile y decide marcharse para obedecer al cocinero.

Isabel se vuelve a poner su abrió de Toda clase de pieles y se presenta en la cocina. La princesa le comienza a preparar algo de comer para el rey y le prepara un pastel. Sube a su habitación y se lo entrega. La princesa se retira de la habitación del principie y éste se dispone a comer ese delicioso pastel pero se encuentra con que hay algo en el pastel lo saca y era una figurita de plata. El piensa que es de alguien que tenía que tener dinero pero no caía de quien podía ser y la puso encima de su mesilla.
El segundo día de fiesta transcurrió igual que el primer día pero con la diferencia que Toda clase de pieles se puso su vestido tan plateado como la luna y se dirigió al baile. El príncipe que ya la estaba buscando la miró y la saco otra vez a bailar. El príncipe se dio cuenta de que aparte de que la mujer era muy hermosa, era inteligente, graciosa y muy dulce. Cuando el baile se estaba terminando la princesa se fue a las cocinas con su abrigo de toda clase de pieles y le preparó el pastel al príncipe. Lo subió a la habitación y se retiró.

El príncipe se dispuso a comérselo y notó otra vez que en su pastel había algo, lo saca y se da cuenta de que era una cadena lo deja en la mesilla y se baja a las cocinas para saber quien le está dejando algo en sus pasteles. En la cocina solo estaba el cocinero por lo que no sabía nada de los pasteles.
El tercer y último día del baile cuando el príncipe tiene que elegir a su futura esposa transcurre como los dos anteriores pero esta vez la princesa se pone su vestido tan tan brillante como las estrellas, se pone más hermosa que los otros días. El príncipe cuando la ve aparecer por el baile la coge y no la suelta durante todo el baile. La princesa Isabel estaba emocionadísima porque pensaba que el príncipe ya se iba a declarar y le iba a pedir que fuese su mujer. Pero el príncipe no se decidía y Toda clase de pieles se tenía que ir a la cocina antes porque se lo había pedido el cocinero.

La princesa Isabel se va muy apenada a su habitación y solo se pone su abrigo de toda clase de pieles sin darle tiempo a recogerse el pelo ni oscurecer su rostro. Cuando llega a la cocina el cocinero la dice que suba rápido a la habitación del príncipe a dejar algo de comida. La princesa sube pensando que el príncipe ya había elegido esposa pero aun así mete en su pastel el último objeto que le quedaba que era un anillo de oro. Cuando entra en la habitación…. la princesa se encuentra con la habitación oscura con muy poca luz. El príncipe estaba sentado encima de la cama y le pide el pastel. Empieza a comerlo mientras mira a la princesa y cuando se encuentra con el anillo mira a la princesa a los ojos la quita su abrigo de toda clase de pieles y la pide que si se quiere casar con el porqué era la mujer que siempre había soñado tener desde el primer día que la vio en el reino de la princesa en un rincón escondida viendo la decisión que habían tomado los padres. El príncipe Rafael y la princesa Isabel habían estado esperando para encontrarse porque así lo quería el destino.


Y COLORÍN COLORADO ESTE CUENTO TAAAAANNN BONITO SE HA ACABADO J




1 comentario:

  1. Perfecto, pero ojo con los tiempos verbales que pasas del pasado al presente.

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